La tele y el verano
lunes, 13 de julio de 2009
Parece mentira, pero han llegado las vacaciones y con ellas, la mala televisión. Cada año, la misma desidia televisiva; se acaban las temporadas de las series de éxito y son sustituidas por la tradicional basura televisiva.
Parece mentira, pero han llegado las vacaciones y con ellas, la mala televisión. Cada año, la misma desidia televisiva; se acaban las temporadas de las series de éxito y son sustituidas por la tradicional basura televisiva. Le dan oportunidad a las series que no triunfaron, compitiendo con las series punteras de éxito. No se dan cuenta los diseñadores de la parrilla, que si los espectadores, no se interesaron por dicha serie en su momento sería por algo. Y además si no consiguieron la atención de los telespectadores, en invierno, que es la época del año que más pega ver la tele junto a la candela, van a conseguir en pleno verano, con 40 grados a la sombra, que la gente sigan en sus casas pasando calor y privándose de la playa, la piscina o la terraza.
La primera, o mejor dicho la uno como ahora quieren llamarla, es vomitiva, con tanta telenovela, todavía recuerdo la promesa de ZP cuando llegó a la Moncloa allá por 2004, de suprimir las novelas; se ve que es una buena manera para atontar al personal. Y me pregunto, donde está la serie Cuéntame como pasó, que lleva ya tiempo en el archivo.
La dos, continúa con su progresiva destrucción, todavía no entiende como desperdician series como Mujeres desesperadas, que ha pasado sin pena ni gloria en esta temporada. Todavía recuerdo un verano, donde sí hechaban series buenas como Dos metros bajo tierra, en la noche de la dos.
Antena 3, también pone fin a sus tres perlas de series, Física o química, copia mala y más sexual que la mítica serie Compañeros, con la que crecimos. También finaliza El internado, y Los hombres de Paco, no se con que nos obsequiarán estos mataseries, calificativo ganado a pulso con la mala explotación de series como Sin rastro, 24 h y Sexo en Nueva York. Lo que nunca falla en esta cadena son Los Simpsons, que no se que tienen pero dejan al espectador engachando a la pantalla aunque halla visto el capítulo 100 veces. Lo que es una pena, es que no pasen series como The Big Bang y Aquellos maravillosos setenta a Antena 3, porque son dos grandísimas series que se diluyen en Neox.
Cuatro, no se como lo hace, pero que desde que nació esta cadena, llevan hechando Kyle xy todos los veranos, y siempre con el mismo escaso éxito. Se acaba House, y para mí se acaban las series de cuatro. Lo que no me explico es que hechen la serie Dexter, en verano, que como ya he dicho, cuatro no está sobrado en invierno con las series, y desperdicia una serie tan interesante en verano.
Telecinco, todo se acaba cuando llega el verano, menos Operación Triunfo, parece que nos quieren castigar con este reality, hasta en el verano; todo lo bueno televisivo se acaba cuando llega el verano, y lo malo lo mantienen, vaya tela. Se acaba Hospital Central, y nos hecharan ahora los episodios repetidos de CSI. Pero lo que no se acaba es La que se avecina, sino que empiezan; nos torturan con esta copia mala y estrambótica de Aquí no hay quien viva. Respecto a las últimas noticias sobre la supresión de La mirada crítica, programa dirigido y arruinado por la ex reina de las mañanas María Teresa Campos, por fin llega una noticia buena. A quien se le ocurriría nombrar a este personaje para un programa de noticias y tertulia política, si no es capaz de decir dos frases sin tomar aire, además están sus teresadas.
La Sexta, sin novedad, no se nota que haya llegado el verano a La Sexta, sólo se distingue porque los jueves por la noche no está El Mentalista, la mejor serie de esta cadena, y porque los fines de semana no ponen fútbol. Ahora bien cabe destacar, que El Mentalista ha sido sustituído por una serie de gran calidad que es Numbers, serie que paso sin éxito en Antena 3, debido a que como suele pasar en esa cadena, no saben tratar las series americanas y tampoco saben explotar los realitys.
Por lo tanto, la única soluciones que nos queda a los amantes de la tele, es apagarla y salir a fresquear, ya sea en playas, piscinas o terrazas; pero no pongaís la tele para castigar a esos programadores.